Hola! el viernes terminé los ejercicios en Catalinas, San Rafael. Vine de Neuquén especialmente a hacerlo por primera vez. No queda mucho por decir, solo un profundo agradecimiento a Dios y a nuestra madre por guiarme a tal bello encuentro. San Ignacio sin duda, fiel testimonio de la profunda, gratificante meditación y contemplación pasando por muchos estados. Gracias al Padre que predicó, gracias a Dios por iluminarlo y a las hermanas del convento, bellas y atentas a la voluntad de nuestro Señor. Agustina Vidal