He terminado mi segunda tanda de ejercicios de 30 días. Espero no ser irreverente con la comparación, pero frecuentar estos ejercicios son como acostumbrarse a entrenar o ir al gimnasio, al principio cuesta, hay mil razones para no arrancar, pero considerando lo bien que uno se siente después de hacer el ejercicio termina siendo la motivación más grande para arrancar!!! Sumémosle aquí la cotidianeidad y naturalidad con la que Cristo se hace presente en nuestra vida diaria para que uno tenga necesidad de abrevar, una y ora vez, en estas hermosas predicaciones! Y siempre tomados de la mano de nuestra querida Madre del Cielo! Gracias por ponernos a disposición tantas y tan buenas herramientas para nuestro crecimiento espiritual y nuestra alegría!