Hace dos semanas y, sin planearlo siquiera, se me presentó la oportunidad de pasar unos días en una casa de retiros, donde la única “retirada” era yo… pues aproveché para hacer Ejercicios espirituales. Tengo los audios grabados ya que ésta es la cuarta vez que los hago (desde el 2009) y puedo decir que fue una experiencia difícil de contar… no hay palabras. Estaba sola con Dios, con una capilla solo para mí y con todo el tiempo del mundo para hacer los Ejercicios, ¡qué distinto de hacerlos en la vida diaria! Verdaderamente un regalo de nuestro Buen Padre Dios que sabe lo que necesitamos en cada momento. Claro que no me predicó nadie…en vivo, pero agradezco al P. Jon de Arza pues, on line o, mejor, desde mi celular, lo hizo. Aprovecho también para mandar un ¡gracias! al P. Gustavo Lombardo por seguir, a pesar de las dificultades, que no son pocas, con este apostolado que tanto bien me ha hecho y, estoy segura, a tí, a tí y a tí también. Un agradecimiento muy especial al P. Agustín Bollini que, desde Tierra Santa, sigue acompañando a varios ejercitantes y que me enseñó a no tener miedo a amar, a que todo amor que puede pasar por los corazones de Jesús y de María, es santo; a vivir en la libertad de los Hijos de Dios; a que sí hay viernes Santo pero también hay Pascua y Resurrección y, especialmente, a decir “SI” y “AMÉN” en todo momento y lugar. Y, si tú que me lees te has sentido beneficiado por los Ejercicios, no dudes en ayudar a difundirlos, hay muchas formas de hacerlo, solo tienes que mandar un mail a [email protected] y preguntar en qué puedes colaborar, ¡sobra qué hacer! y, te aseguro, sentirás la alegría de compartir lo que experimentaste o vives ahora, al hacerlos. María Aída de Bolivia