Contestando la pregunta de cuál ha sido mi experiencia con los ejercicios, pues ha sido de interiorizarme pero de una manera que nunca antes lo había experimentado, no sé cómo ponerlo en palabras o hacer una semejanza para poder explicarme. Lo que puedo decir es que siento un gozo que duele,pero es un dolor diferente, como si me atravesara, como un grito en silencio dentro de mi, pero al mismo tiempo mucho dolor de mis pecados, vergüenza, pero muchas ganas de seguir luchando conmigo misma. Es algo extraño no sé si me explico pues ni yo misma sé de tantas cosas que pasan dentro de mi. Entiendo que nada es casual y doy infinitas gracias a Dios mi Señor por ponerme en este caminar y a ustedes que por este medio nos permiten tener acceso directo a estos ejercicios de San Ignacio de Loyola. Llevo varios años tomando ejercicios, pertenezco a un apostolado, Rosario, Lectio Divina, estoy estudiando teología; pero con estos ejercicios de San Ignacio me caí de mi nube. Yo pensaba que estaba bien, ahora me doy cuenta que el camino apenas empieza y tengo infinidad de cosas que tratar de cambiar en mi. Que Dios Nuestro Señor siga bendiciendo su obra y María los acompañe. Marina Guajardo