Haber realizado estos ejercicios espirituales ha sido una experiencia preciosa. Me han dado luz sobre algunas cuestiones sobre las que estaba confusa y me han afianzado en mi relación con Dios. En realidad son tan completos que creo que debería releerlos para tratar de comprenderlos en su plenitud. Doy las gracias a todos los que lleváis a cabo esta labor apostólica, especialmente a Gustavo Lombardo.