Quiero primero agradecerles por esta hermosa oportunidad, de realizar los ejercicios; también contarles que me llenan el alma de alegría al sentir tan vivamente la presencia de Nuestro Señor. Que gran ayuda para nuestra alma! Alegría, pesar, gozo, todo se vive a través del recorrido, por el cual nos conducen. Es la vida de Cristo puesta humildemente a la par de la nuestra. Hoy realicé el ejercicio correspondiente al día 19, el de las Tentaciones en el desierto. Cuanto aprendemos, que enseñanza para nuestras vidas! Nuevamente, muchas gracias a quienes hacen posible esta modalidad, a San Ignacio por tanta claridad en su legado y gracias también a quien me recomendó los EE.