
Damos Gracias a Dios por todos los que pudieron participar, porque pudieron descubrir y profundizar la espiritualidad Ignaciana de los ejercicios, damos también gracias a la Virgen María, por los que lo pudimos predicar y todos los que ayudaron, espiritual y materialmente para hacerlos posibles, viendo como se cumple lo que encomienda el Sumo Capitán, «…Que a todos quieran ayudar…«, también aquí en Holanda.
Padre Diego Pildain, IVE
